Razones por las que comprar productos de marca para tus recetas

Cuando nos ponemos manos a la obra a elaborar alguna receta, el primer gran punto a tener en cuenta son los ingredientes. Y es que cualquier fórmula culinaria sin ellos, no tiene ningún significado.
 
No soy sin ti, parece decir ese bizcocho a los huevos, el azúcar, etc. Como si de una relación amorosa se tratase, el mejor de los platos es el resultado de un gran conjunto de productos y, sobre todo, de muchas ganas y cariño puesto por parte del cocinero.
 
Por ello, siendo un elemento tan determinante, cualquier persona que precie la elaboración de su plato no debería apostar por productos de las llamadas marcas blancas o del fabricante.
 

Y es que a pesar de estar ahorrándonos unos céntimos, estamos dando la espalda a firmas de confianza, las de toda la vida, aquellas que han luchado a lo largo de los años por hacerse un hueco en nuestra despensa y en nuestro corazón. Porque las marcas invierten en publicidad, en mensajes que nos siguen entreteniendo, en programas y eventos de todo tipo sin las que sería imposible su realización, en nuestra vida al fin y al cabo.
 
¿Qué han hecho las marcas blancas por nosotros? Lo cierto es que poco más que ahorrarnos unas pocas monedas. Sin embargo, no se han preocupado por despertarnos ningún tipo de sentimiento con anuncios porque han olvidado la publicidad, han eludido participar en ningún tipo de acontecimiento o programa, etc. Siempre escondidas en las cadenas de supermercados, las marcas blancas se han convertido en auténticas representantes sin rostro de algo tan hueco como el silencio.
 
Por todo ello, además de cocinar con chocolate y punto, procura hacerlo con un chocolate que te haga sentir realmente bien porque lo conoces, porque te habla a través de la publicidad, así como cuando empleemos otros ingredientes como el bicarbonato o soda, azúcar, mantequilla… Llena tus platos, además del mejor de los sabores, de palabras y de sentimientos implícitos, pues solo así conseguirás cocinar como un gran chef.