Receta El Vesubio: Pollo crujiente
El pollo es una de las carnes más consumidas por su sinfín de posibilidades para cocinarlo. Te guste más el pollo frito, asado o a la plancha, seguro que eres de la gran mayoría que disfruta comiendo pollo, con la piel dorada y crujiente y el interior tierno y jugoso… ¡Sólo pensarlo se nos hace la boca agua!
Desde El Vesubio tenemos una buena noticia para ti y es que conseguir que el pollo quede crujiente es más fácil de lo que crees, te dejamos el truco en esta receta.
Cómo conseguir una textura crujiente en el pollo
Para conseguir el pollo crujiente perfecto no necesitas rebozarlo, ni te llevará mucho más tiempo del normal… ¡Sólo necesitas Bicarbonato de Sodio El Vesubio!
El bicarbonato es tu aliado perfecto para conseguir que la piel quede muy crujiente y se dore más rápido.
Para conseguirlo lo único que tienes que hacer es espolvorear una cantidad muy pequeña sobre la piel del pollo, o también puedes mezclarlo con la harina del rebozado.
¡Ojo! Recuerda espolvorear una cantidad muy pequeña de bicarbonato ya que si te pasas podría llegar a notarse el sabor del bicarbonato en la comida.
Este truco te servirá para cualquier receta, pero desde El Vesubio te dejamos nuestra receta de pollo al horno crujiente por fuera y jugoso por dentro… ¡a disfrutarla!
Ingredientes:
➔1 pollo de corral
➔60 ml. de aceite de oliva virgen extra
➔1 limón
➔3 dientes de ajo
➔1 cucharada de tomillo seco
➔1 cucharadita de bicarbonato de sodio El Vesubio
➔Sal
➔4 patatas medianas (aproximadamente una por persona)
Preparación
Comienza limpiando el pollo.
Mezcla la sal y la pimienta previamente machacadas y unta el pollo por todas partes. Aprovecha para incluir el bicarbonato de sodio para darle el toque crujiente que buscas.
Corta el limón y exprime la mitad por encima y por dentro del pollo. La otra mitad la usarás más adelante.
Mezcla el aceite con el tomillo y utilízalo para pintar el pollo por dentro y por fuera. Tiene que sobrar un poco para utilizarlo al final.
Pela y machaca los dientes de ajo. Mételos dentro del pollo junto a las mitades del limón que habías cortado antes.
Utiliza la bandeja del horno para meter el pollo ya preparado.
Precalienta el horno a 190º.
Pela y corta las patatas en rodajas o por la mitad, en función de si las prefieres más crujientes o más asadas, y repártelas por la bandeja en la que habías puesto el pollo.
Utiliza lo que había sobrado de aceite y tomillo para echarlo por encima de las patatas y del pollo.
Con el horno previamente calentado a 190º, hornea durante 1 hora y 15 minutos. Te recomendamos mantenerlo en la bandeja del medio con temperatura arriba y abajo y aire.
Ahora si, ¡a disfrutar de este manjar!
SEP